Estudio revela como «vuelan» los virus y la contaminación hasta la Antártida

Investigadoras e investigadores antárticos tomaron muestras de aire de tres puntos en el Continente Blanco. Señalaron que el origen de los microbios antárticos no se conoce bien, pero se sabe que el aire circulante es un factor clave en la llegada de contaminantes orgánicos persistentes (COP).

Es un hecho: la Antártica está conectada con el resto del planeta. Lo que pasa en el resto del mundo repercute en el prístino continente y viceversa. La contaminación y los virus pueden llegar hasta la Antártica, por ejemplo, a través de corrientes oceánicas, de la atmósfera o inclusive por animales migratorios. El Dr. Eduardo Castro, de la Universidad Andrés Bello, pertenece al Programa Nacional de Ciencia Antártica (PROCIEN) y durante el pasado verano junto a un equipo multidisciplinario fue parte de la expedición que organiza el Instituto Antártico Chileno (INACH) con un proyecto financiado por el programa Anillos de Investigación Antártica de la ANID en conjunto con INACH. Link del Artículo completo: https://www.inach.cl/inach/?p=32378

 

Por su parte, dentro de los proyectos ejecutados en las Expediciones Antárticas Ecuatorianas, entre el 2009 y 2012, se efectuaron estudios eco-toxicológicos realizados por investigadores ecuatorianos de la ESPOL en los que se detectaron algunos contaminantes perfluoroalquilos en plumas de aves y líquenes, demostrando que los Compuestos Orgánicos Persistentes (COP) y el Mercurio están siendo arrastrados hacia la Antártida mediante el transporte atmosférico-ambiental de largo alcance. Estos compuestos con capacidad de bioacumularse y biomagnificarse pueden ocasionar severos daños en las sensibles especies antárticas.

Eduardo Castro resalta que “se han detectado en Antártica microbios migratorios con rasgos genéticamente codificados, como la resistencia a los metales, los antibióticos o la capacidad de utilizar contaminantes orgánicos como fuentes de carbono. Aunque sabemos que los microbios pueden ser transportados por el viento y que los microbios antárticos exhiben rasgos a menudo asociados con áreas industriales, no se ha evaluado el impacto del transporte y la deposición potencial de microbios en el ecosistema terrestre. A su vez, se sabe que los COP se encuentran en la atmósfera antártica y se depositan en el agua, la nieve y los suelos. Además, se cree que el origen de estos contaminantes es principalmente de largo alcance a través del transporte atmosférico, aunque se han documentado casos de contaminantes generados localmente. Sin embargo, se desconoce el efecto de estos contaminantes sobre la biota terrestre, así como su posible impacto futuro a la luz del cambio climático”.